Buenos días!

En mi caso la verdad es que ha sido bien fácil: siempre supe que quería ser padre... adoro a los peques y estaba seguro que quería tener (dos como mínimo! que es donde nos hemos quedado) pero... nunca me imaginé cómo sería ser padre...

Siempre tuve muy claro que no podría fijarme en los padres de mi alrededor puesto que, al igual que cada padre es un mundo, cada niño lo es... puedes ir cogiendo un poco de un padre (del tuyo normalmente), un poco del padre de algún amigo o amiga, un poco del padre que ves en la calle con sus hijos... pero al final nunca sabes cómo saldrá.

Resultado final? La realidad supera y por mucho, las expectativas pero oye... tanto en lo bueno como en lo malo eh? no nos pongamos exquisitos. Lo que sí que es cierto es que siempre, SIEMPRE, en ambos casos, la realidad es mejor a lo esperado.