Hace unos meses leí este titular en el anuncio de un periódico digital… he de decir que no llegué a leer la noticia (para qué os voy a engañar) pero sí me hizo reflexionar.

Estamos en una época digital; todo se mueve a través de internet, las redes sociales, móviles (smartphones), portátiles, tablets, ordenadores de sobremesa, blogs y un sinfín de etcéteras.

En una época como la actual en la que las aulas cada vez usan más tablets y pizarras digitales que cuadernos y whiteboards (las pizarras blancas de vileda de toda la vida, vamos) y ya, de las pizarras de tiza ni hablamos, tenemos la tendencia a no darle importancia a la escritura manual. Todo lo hacemos por emails, sms (cada vez más en declive), chats en redes sociales y demás. Nuestros ojos y dedos adquieren una destreza espectacular para encontrar la forma de escribir más rápido. Pretendemos decir lo máximo con el menor número de caracteres posibles. Es decir: queremos contar mucho en pocas palabras.

Eh! Que esto me parece genial! Nos obliga a comprimir ideas en pocas palabras o frases. Nos auto obligamos a machacarnos el cerebro para poder comunicarnos lo más rápido posible…

Genial he dicho antes… pero ojo… con cuidado. Es un arma de doble filo. Nos obligamos, como también he dicho antes, a escribir condensando ideas, pero no debemos descuidar que también se comprimen palabras cometiendo, de una manera más habitual de lo que se debiera, fallos ortográficos severos. Y, oye! Que si aquí quedase la cosa, tampoco habría problema alguno! Es decir… nos harían sangrar los ojos alguna que otra vez pero bueno… sabemos que lo escribimos mal y, cuando haya que hacer un documento de mayor importancia, podríamos escribirlo de la manera correcta.

Pero esto no es lo que sucede. Cada día hay más personas que escriben mal y, lo más grave es que piensan que es la manera correcta. Muchas veces me encuentro escritos de gente (joven sobretodo) con sus “xq” en lugar de “porque”, con sus “mñn” en lugar de “mañana” y muchísimas cosas que, mejor no escribiré aquí por miedo a que me clausuren el blog.

Y vosotros diréis… ok, todo esto no tiene nada que ver con el título de la entrada “Por qué es importante que los niños escriban a mano en un mundo de teclados”. Pues bien, en mi humilde opinión debemos enseñar a escribir a mano a nuestr@s peques (en clase y en casa). Debemos hacerles hincapié en las reglas de ortografía, en una escritura clara (que sí que he leído en un artículo de un periódico, que los profesores evalúan mejor a l@s alumn@s con la escritura más clara y ordenada que a los que escriben mal y rápido y con faltas de ortografía)…

Puede parecer una tontería, pero creo que, al igual que enseñamos a nuestr@s hij@s valores de civismo que l@s hagan ser mejores personas (o deberíamos hacer eso), debemos inculcarles que una buena grafía y una buena ortografía, es un aspecto importante que deben cultivar.

Y todo esto parte de una buena escritura manual. No les hagamos ser unos incultos.

Como siempre, muchísimas gracias por leerme y estaré encantado de leer y responder vuestros comentarios!